miércoles, 25 de noviembre de 2009

el peor día de mi vida.

éste fue uno de esos días que uno quisiera olvidar. olvidar sin dejar ningún vestigio de su existencia. hasta siento que tengo demasiada información en la cabeza que quiero decir, pero no puedo ordenarla. Amanda me está cantando para ayudarme pero no ayuda, por primera vez en mi vida.

me desperté con un calor que no soportaba, un calor surreal. ya me imaginaba en mi ropa de verano marplatense cuando asomo la cabeza por la ventana y veo las nubes apocalípticas que se acercaban. ok, no era tan veraniego. aún así fui al trabajo de veranito y antes de llegar al subte se largó a llover. bien.

subte + humedad = se va todo a la mierda.

llego y bueno, llegué con tomás. para quienes no lo saben, es un compañero de trabajo. nunca se me ocurre pensar que pasaría si lee lo que escribo acá, pero no sería nada que no supiese. fue un día tenso en el trabajo, por primera vez no hice pelotudeces. nada. ni una. no hablé.

david me preguntó si estaba bien en un momento. le dije que sí. pero yo sabía que no, perú también. tomás no sé. mariana sí. rené también. cada vez que me preguntaban por qué estábamos distantes respondía de la misma manera. no decía nada y me señalaba el pecho. y ellos entendían todo, no porque sepan de nada de lo que me pasa sino porque son un poco vivos y me ven la cara cuando estamos en el mismo lugar, riéndonos, charlando.

la barrera de amistad que empecé a imponer ayer (por mi bien) se zarpó. el tema principal de este post iba (iba) a ser como el blanco pasa a ser negro en un sólo día. una locura. la barrera se transformó en indiferencia cruda y sólida. creo que absolutamente nada podía pasar que me hiciera mirar a mi derecha, por mí podía haber una guerra mundial que no me iba a importar.

eso fue todo el día.
yo, conmigo mismo.
tragándome las lágrimas que no pudieron salir (porque estaba en clase y porque el baño estaba lleno de gente después). un día que quería que terminara cuando recién eran las 9 de la noche.

ah, porque tipo 7 y algo leí algo que me emputó demasiado. no sé, no tengo derecho a emputarme porque se le tira alguien. pero lo hice. y lo cagó todo. y a veces me pregunto si es tonto y no se da cuenta de lo que me pasa o si en realidad no lo es y le importa NADA que me guste. si tan sólo supiera si le pasa lo mismo o no, sería genial. equis.

me robaron en la parada, a la salida. él tenía que estar ahí pero no estaba, decidió ir por otro camino. o lo decidí yo? eso dice manu, y tal vez tenga razón. atraigo todo lo que tenga que ver con ese flaco, bueno o malo. siento muchas ganas de llorar. muchas, tantas que siento que me voy a quedar sin lágrimas. mañana va a ser otro día. espero que se otro día.

quisiera escribir más, mucho más. pero no puedo decir nada que no pueda asimilar.
fue un día de mierda, gracias a mí, gracias a él, gracias al negro que me robó.

no, gracias a mí. no me voy a lavar las manos.
ya no voy a atraer más pelotudeces. es hora de hacer bien todo.

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