lunes, 19 de marzo de 2012

ayer y hoy

Es re irónico que de repente sienta que necesito descargar y que el último lugar en el que piense sea en este blog. No sé bien qué es lo que me pasa, pero hace tanto que no escribía acá que ya no sé bien en qué punto de mi timeline estoy parado. El otro día recordé, por alguna razón, esas "líneas de tiempo" que nos hacían hacer en la primaria, esas tardes en que cinco preguntas para Historia parecían demasiado para un sólo ser humano y las terminabas esquivando como el mejor. Ahora respondería esas preguntas con gusto.

En esas épocas hablar con la persona que te gustaba era absolutamente imposible, y ahora (con 22 años) descubrí que no. Es como si estuviese sentado del otro lado del tablero en el que siempre jugué, y no sé si dejarme perder o jugar contra mí mismo a muerte. OTRA ficha que cae y que me dice ALEJANDRO, QUÉ ESTÁS HACIENDO y la verdad no estoy seguro de qué contestar. Porque no me pregunta qué estoy haciendo HOY, sino que me pregunta por todos los días de mi vida, todas las veces que me quejé por estar solo, todos los años de soltería y todas las veces que me gustó alguien y no hice nada. ¿Y ahora? Ahora sí hice algo, y por qué me lo pregunta de nuevo? Por qué no puede dejarme en paz y dejar todo fluir?

SABÉS POR QUÉ?

Porque elegí no dejar fluir las cosas, no más. Elegí tomar las riendas de un monstruo para el cual no nací jinete, para el cual soy sólo un amateur que sale al rodeo por primera vez en su vida. Y qué se hace cuando se cae? O si se pierde el equilibrio? Qué se hace si uno se ensucia en la caída o se marea con el vaivén? QUISIERA AGARRARTE LA CARA DE LA FORMA MÁS SUAVE (PERO CONTUNDENTE) POSIBLE Y HACERTE ENTENDER QUE NECESITÁS A UNA PERSONA COMO YO, pero cómo sería posible que creyeras algo así? Cómo puede ser posible si ni siquiero YO puedo terminar creerlo? Y no porque no me crea capaz o suficiente, sino porque es lo que VOS me estás haciendo creer, poniéndome en esa especie de sala de espera tácita (a la que no me mandaste pero que sin querer construiste a mi alrededor).

SABÉS POR QUÉ ESTABA TAN MAL CUANDO LA MESERA DE STARBUCKS TIRÓ EL VASO DEL FRAPPÉ? No porque decía Pipi, o porque era mi primera "salida" con vos, solos. Me dolió porque (uff, como aquella vez que fui a ese MISMO Starbucks con juampa) era una prueba física, tangible y real de que en algún momento de mi vida pude estirar el pie en el aire y dar un paso hacia la nada. Y pisé tierra firme (fértil? no sé), y no se derrumbaron los edificios ni se cayó el cielo sobre mí. Y ese vaso de mierda que nunca más voy a ver era un souvenir en la primera cita con mi propio coraje, no sólo con vos. POR QUÉ NO LO ENTENDÉS.

POR QUÉ NO LO ENTIENDO.

martes, 18 de octubre de 2011

foreshadow

Llegué a Capital como a las once y algo de la noche. Ya venía medio alterado porque no sabía bien cuál era el plan de la noche, pero todo se mantuvo de acuerdo a lo que tenía en mente. Comimos brócoli con mayonesa, fumamos tranca y tomamos fernet. De ahí nos fuimos a la Oliver.. .. no recuerdo cómo fuimos. Ah sí, en taxi.

La Oliver fue genial, me gustó el lugar nuevo, me gustó el escenario, me gustó la música y no me gustó excesivamente la gente. O sea, ge-nial. Tomamos cerveza, sacamos muchas fotos, jodimos, jodimos. Jodimos bastante. Después caminábamos por Florida sacando fotos, charlando, queriendo ir a desayunar al Mc. Fuimos. Volví a pedir tres bagels de lomito y huevo, como si nunca me hubiese ido, como si todavía estuviese acostumbrado a comer así. Me comí dos y medio. Fui al baño a mear, y había chicos yirando. El del migintorio de al lado se tocaba, tranquilísimo. Otro miraba desde lejos como tigre acechando a un pobre venadito. Me hizo acordar muchas cosas, muchas plops.. por eso me fui, me lavé las manos y me fui.

Volvimos en subte, Flavia vomitó en un tacho de basura al lado del andén.. los pedacitos de brócoli adornaban su saco verde, así que combinaba bien. Fuimos como viejas del brazo hasta su depto y nos dormimos enseguida con Noah en el medio. Después me desperté, como cinco o seis horas más tarde, y fui al departamento donde se estaban quedando mis viejos. Dejé mis cosas y dormí una siesta, mientras esperaba que Leo me mensajeara para vernos (por fin). Soñé con boludeces que no me acuerdo, y por fin recibí mensajes. De Leo, diciendo que estaba yendo para Capital, y de Toto, para arreglar la juntada de tacos de la noche.

Caminé por Avenida Corrientes con mis viejos, ellos iban a comprar entradas para alguna obra. Yo seguí caminando por Corrientes, pasando frente al Obelisco.. había gente en una manifestación, gente disfrazada de manos gigantes, gente mostrando la cola a la multitud, gente con sombreros llenos de cositas brillantes. Qué pasaba? Capaz que me intentaban decir algo, pero no entendí bien.

Llegué bien al punto de encuentro, lo encontré a Leo. Lo conocí, por fin. Caminamos mientras yo, por dentro, me reía.. porque estuve a punto de vestirme igual a como él se vistió, con una remera amarilla y un pantalón largo color caqui. Hubiese sido gracioso. Capaz que hasta lo interpretaba como una señal y no se cagaba la cosa. En fin.. fui sacándole fotos a un edificio que me parecía hermoso, mientras él me decía "turista". Igual creo que veía lo hermoso que era el edificio, que entendía a qué me refería cuando le decía que "quería atrapar esa imagen en una foto" (o algo así). Las nubes como intentando tocarse a sí mismas, el edificio disparándose al medio del cielo como si no le importara nada.

Seguimos caminando, comentando estúpidamente que el día estaba hermoso. Así llegamos a Plaza San Martín, una de las que más me gustan.. y estaba lleno de gente, y flotaba en el aire algo como algodón desarmado. Quise sentarme cerca de unos chicos que tocaban el violín al aire libre, pero Leo dijo que no. Y yo dije que bueno, pero en realidad necesitaba el sonido flotando alrededor, como diciéndome que todo iba a estar bien. Nos sentamos donde no había mucha gente, donde no pegaba mucho el sol, donde el viento despeinaba y molestaba. Hablamos de tirarse de un edificio, de ratas, de palomas, de la gente que pasaba, de oficinistas que eran mafiosos. Yo sacaba algunas fotos, y afilaba la punta de una rama (que él supuestamente guardó como souvenir). En realidad necesitaba mantenerme ocupado, porque estaba muy nervioso y no sabía bien lo que hacía. Capaz no estoy listo para la vida real. Él plantaba bosques alrededor mío, y al final me terminé perdiendo en ellos. Se fue a la hora de haber aparecido, con una excusa tan pobre que no me molesté en escucharla con atención. Yo sabía que había hecho algo mal, pero no sabía qué, y eso me molestaba.

Lo acompañé hasta la entrada del subte, buscando el valor para decirle que quería verlo al día siguiente, que no quería ir a ver El Rey León solo. No pude. Dijo que sí, que a la marcha iba a ir, pero lo dijo de una manera que me hizo entender que ya no iba a ir conmigo. Fui suficientemente inteligente como para aceptar las cosas como son, lo saludé y se fue. Y cuando me di vuelta, luego de haber hecho unos pasos en la dirección opuesta, para verlo irse algo en mí me decía que yo le había chocado y que no lo iba a volver a ver pronto. Una voz nueva gritó en algún lado de mi cuerpo que eso no era mi culpa.

A la noche nos juntamos con otra gente del laburo a comer tacos, en lo de Toto. Se sintió bien, se sintió como esos Lunes al mediodía comiendo como cerdos. Hicimos las compras con Flavia y nos reímos mientras intentábamos decidir si llevar un kilo o dos de suprema de pollo. Y con el famoso "tarjeteo". Después nos fuimos del súper con las bolsas que nos pesaban demasiado. Me olvidé la mochila en el locker del 'Disco' así que tuve que volver corriendo. Llegamos a paso lenteja a lo de Toto, cantando Boulevard of Broken Dreams, de Green Day. Los chicos no habían llegado, aunque dijeron que salían de trabajar a las diez y eran las diez y media pasadas. Llegaron tipo once menos diez, justo cuando a Flavia le atacó el hambre y salió a buscar un kiosco donde llenarse la panza de Doritos.

Mientras los responsables cocinaban, con Dani jugábamos carreritas en la PS3. Fue copado, hacía mucho que no jugaba, menos con amigos y menos riéndome tanto. Los tacos estaban deliciosos, como siempre.. lo necesitaba con desesperación. Luego vimos el final de Actividad Paranormal 2, y nos asustamos un poco. Y luego vimos Grave Encounters y nos asustamos MUCHO. Estuvo bueno, nos reímos de muchas cosas mientras nos tapábamos como podíamos para no ver la pantalla. Para cuando terminó la peli y terminamos de joder se habían hecho como las 6 AM, y afuera estaba aclarándose el cielo. Nos volvimos caminando con Fla y Gise hasta Avenida Santa Fé, para tomarnos los colectivos (cada uno para su lado).

El Domingo me levanté tarde, como a las 3 PM. Mis viejos se habían ido, y yo me quedé descansando. Me acomodé, me duché, decidí qué iba a hacer ese día. Al final terminé yendo al Alto Palermo (no sin antes esperar que alguien apareciera en la puerta del edificio para abrirme porque mis viejos se habían llevado la única llave) para comer en McDonald's y luego ir al cine. Fui a ver El Rey León 3D. Solo. No me molestó, porque siempre hacía eso los Domingos. Había gente buena onda en la sala, gente que se notaba que miraba la película con nostalgia detrás de los anteojos. Lloré cuando murió Mufasa (pero creo que aproveché para llorar por otras cosas). Amé de manera rara la parte en que Rafiki habla por primera vez con el Simba ya crecido.

Salí del cine y me volví al depto, para quedarme un rato boludeando mientras mis viejos cenaban. Luego me fui a lo de Manu, a eso de las once, para charlar y tomar algo. Terminamos riéndonos de boludeces, poniéndonos al día y viendo videos del tour de Britney. Y saliendo a Km Zero a rockanrollear. Tres Frizze tomamos, y estuvo muy rico. Y cervezas, y bailamos un montón, y había gente linda que no se dio vuelta a mirarme, y no me importó.

Luego fuimos a Zoom, riéndonos de nuestras viejas rutinas y de esta manera de caer fácilmente en la joda. Extrañaba salir así. Tomamos unas cervezas y luego nos fuimos. Caminé sin mirar a la gente, queriendo estar ya en el auto durmiendo, despertándome en Bahía pero sabiéndome en Capital (de alguna manera). Me quedó un sabor tan raro, como si me hubiese equivocado de condimento pero el plato no hubiese quedado del todo mal. Fue una probada de lo que se viene, de lo que dejé y de lo que me dejó. Ahora no sé si vuelvo a Capital tanto como Capital vuelve a mí.

lunes, 19 de septiembre de 2011

quebrarte

hacerte mierda la cabeza.

domingo, 11 de septiembre de 2011

te tomaré una foto

Acabo de recordar todas las fotos que había juntado para mostrarle a Eric.. pasaríamos la madrugada viéndolas, y yo le explicaría quién era cada persona y le contaría qué estaba pasando en el momento en que se sacó la foto, y seguro de ahí nacería alguna anécdota olvidada y nos dispersaríamos, y sería complicado volver a lo que estábamos hablando y no podríamos verlas todas en una noche.

Antes miraba para atrás y los desamores siempre estaban ahí, sin ocultarse, parados en el medio del camino. Ahora hay uno nuevo, lo acabo de dejar atrás. Eric ya no se ve, ya no sé dónde está. Nunca creí que fuese posible.

domingo, 14 de agosto de 2011

Peras al olmo

Juro que yo no quería esto. Vos sabés que yo soy de decir las cosas de frente, nunca me gustó guardarte secretos. ¿Qué? No me mires así, vos… Bueno, tal vez no lo sabías. Nos conocimos hace casi nada, pero creí que era una persona fácil de leer. Muchos me dicen que soy transparente, que soy casi cristalino. ¿Podés creerlo? No, yo tampoco. En fin, como decía… Esto no es lo que yo quería, no quería que cruzáramos el límite. Sí, tal vez yo tendría que haber sido más claro acerca de lo que quería, lo admito. Igual “querer” es un término bastante fuerte. Digamos que simplemente me dejé llevar por impulsos desde el primer momento… No podés culparme por hacerlo, era muy buena la conexión. ¡Otra vez mirándome así! Basta, no jodas. ¿Sabés cuál es el tema? Que soy inseguro. Sí, ya sé que suena a excusa de adolescente inexperto, pero te juro que es así. Toda mi vida me refugié bajo las sombras. El otro día pensé en eso cuando volvía caminando del centro a mi casa y me acordé de mi costumbre de caminar por la sombra. En mi cabeza pienso que caminando por la sombra la gente no me ve, o no me nota, o deja de interesarse. Pavadas mías, claro está. ¿Pero ves cómo funciono? Y donde veo un nido que se ve cómodo, cálido, agradable… me meto de una. Después pasan estas cosas, ¡pero no porque yo quiera sino porque me veo obligado! ¿O me vas a negar que no me diste razones? Yo sé que te conozco hace muy poco, pero no podés hablarme de otra gente como si esto no fuese nada… simplemente no podés. Digo, tenés que tener un poco de corazón. No digo que seas el Premio Noble de la Paz, pero un poco de empatía, un poco de “ponerse en el lugar del otro”. Sí, eso es lo que te faltaba. Y a esta habitación lo que le hace falta es una chimenea o algo, ¿no te estás cagando de frío? Te veo cara de que sí, de que tenés frío. Me estoy helando, espero que no te joda que me pegue a vos. ¿Ves? Así mantenemos el calor. ¿En qué estaba? Ah, sí. Y nada, mi adolescencia fue muy complicada en cuanto a toda esta temática, era difícil para mí abrirme a los extraños. Eso me hace acordar de una canción muy linda, de hace mucho… Qué loco el tiempo, a uno se le pasan los años pero no avisan. Es como cuando pasa el tren acá por la estación y vos pensás que va a tardar una eternidad. Puras mentiras, porque el tren se termina antes de que empieces a pensar en algo para pasar el rato. Heme aquí, pensando como un adolescente pero en el cuerpo de alguien que quiere entender más, que quiere sentir más. Soy una morsa intentando meterse en un traje de topo, intento abarcar más de lo que puedo. Le quiero pedir peras al olmo, definitivamente. Y así se llega a estas cosas, sin aprender de los errores, sin entender que cuando te dicen claramente que no, es no. Pero vos no fuiste claro, vos me dabas indicios, señales. Sí, les decíamos señales. Nunca supimos de qué eran esas señales, pero creíamos que un día íbamos a saber. Cosas del momento, viste. Yo igual quiero estar bien, y quiero que estés bien. Sí, aunque me mires con esa cara de que no me crees. Te lo digo en serio. Es que si vamos a estar en esta vida para circularla amargándonos, mejor estar en paz con uno mismo, con las decisiones tomadas. Veámoslo desde afuera, somos humanos. Piel, hueso, carne y sangre. Mirá, mis manos son parecidas a las tuyas, se entrelazan perfectamente. Tenés la mano muy fría, ¿no querés un buzo o algo? Porque con esa remerita no hacemos nada. Encima está toda empapada, sos de terror. En fin, ¿y ahora qué? ¿Me voy por la puerta así como si nada? Sí, hago como que ya fue, aunque en realidad no fue porque nunca fue nada. Tenés razón sobre mí, capaz que sí estoy un poco loco. O soy un poco raro, o un poco idealista. Una vez leí el significado de mi nombre y decía que me inclino al idealismo poco práctico. Lo leí cuando tenía como diez años y no lo entendía, pero ahora creo que sé a qué se refiere. No nací para la presidencia de nada, pero en realidad ya no estoy seguro para qué nací o hacia dónde camino. Cuando creo ir en la dirección correcta siempre hay algo en mi cabeza que me dice que lo piense dos veces. ¿Te pasa a vos eso? Capaz que sí, pero no me sirve de nada que estés mirando al techo todo el tiempo. Encima estás empapando la alfombra también, ¿después quién saca la mancha? Seguro me vas a hacer limpiar a mí. Y se está haciendo tarde, me parece. No tengo idea desde qué hora estamos tirados acá, pero yo voy a ir yendo. ¿Vos te quedás acostado ahí? Bueno, igual revisá bien esa mancha, en serio te lo digo. Una vez a mí me sangró la nariz sobre la alfombra de la pieza de mis viejos y todavía quedan rastros. Nada, hablamos después si querés. Supongo que tengo mucho en qué pensar y capaz que vos también. Sin resentimientos, ¿dale? No me mires así, lo digo con sinceridad.

domingo, 10 de julio de 2011

shattered

otra vez en el mismo lugar, en el mismo sótano, tomando la misma marca de cerveza. otra vez hablando con él, buscando a ese otro aquél, saludando a ese otro. otra vez aconsejándolo, queriendo estar cerca, apoyándome en su hombro despacio. otra vez diciéndole que sabía que no podía pasar nada, recordándole que la vida es injusta, pagándole la entrada. otra vez corriendo hasta llegar al centro, comiendo hamburguesas de carrito, comprándole una a él. otra vez yéndome temprano, queriendo que hubiese acción en mi vida, pensando que la vida es como una serie que veo en internet. otra vez haciendo ring raje, no pudiendo respirar, juntando piedras de la vereda. rompiendo vidrios sólo porque sí. eso no había pasado antes.

miércoles, 22 de junio de 2011

porqué

lo bueno de las situaciones así es que te ahorrás toneladas de preguntas sin respuesta que mejor aprovecharlas en otra cosa. y esto es así porque todo se resume en una pregunta que engloba la ironía e imposibilidad de los hechos: por qué te fijarías en mí siendo heterosexual?

miércoles, 8 de junio de 2011

El dedo en la espalda.

Tu dedo retorciéndose en medio de mi pecho,
que de repente está tan frío y vacío.
Tu brazo raquítico y velludo me mata,
me roba el aire que me queda, ya no respiro.
Ojalá disfrutes este espectáculo
grotesco, pero a la vez con tanto rating.
Me aburre contar grietas, son tantas...
Quiero contar arrugas, pero a veces siento que me faltan.
Eyacular en tu cara un océano de lágrimas,
todas las que huyen por estar tan cansadas,
tan hartas de la rutina de recorrerme,
de buscar estabilidad. Tan sólo cansadas, exhaustas.
Otra vez tirado en la cama, queriendo no sentir,
con el mundo entero cuchareándome. Duele.
Con los vecinos gritando de éxtasis o de terror,
con los ojos abiertos por si pasás y no alcanzo a verte...
¿Por qué no vomitar de una vez al niño que quiere salir?
Mejor alimentarlo, y hablarle del repollo y la cigüeña.
Mejor bajar la luz y hacer silencio para que duerma,
mejor decir que sí e ignorar ese olor como a piel muerta.

martes, 31 de mayo de 2011

el gran libro de las preguntas retóricas que deberían ayudarme a encontrar el camino pero que, por alguna razón, no lo hacen

por qué sé lo que tengo que hacer y no lo hago? por qué no vivir el hoy? por qué tampoco vivir el mañana? qué papel juega la distancia? por qué fui tan turro con él? por qué es hetero? por qué es un puto histérico? acaso llegaré a ser alguien? podré estar conforme alguna vez con un algo que haga? podré sentir algo así de nuevo? podré?

domingo, 15 de mayo de 2011

losing to myself on purpose

ojalá la música pudiese traducirse en palabras. ojalá pudiese agarrar 'coach' o 'concert going' o 'permanent guest' (todas de Pretty Balanced) y fuese posible plasmar en un teclado de computadora las cosas que me hacen sentir, las formas en que me moldean y me destruyen para volverme a armar. algo así me pasó anoche, escuchando música, en un lugar teñido de carmín. había un doble asiento de auto, a modo de sillón.. había bizcochitos hechos de marihuana. me rodeaban caras famosas, salidas de las peores pesadillas de un paparazzi. por allá, lindsay, y el de mi pobre angelito. britney estaba atrás mío. amy winehouse y alguien más se escondían detrás de un lienzo en blanco.. y había un collage de christina ricci. una chica que no conocía me preguntó cómo habría dispuesto yo esas fotos en la pared. y me imaginé la habitación llena de fotos en blanco y negro, de gente famosa y no tanto, de gente vieja y gente joven, viva y muerta.

hoy me di cuenta que el mundo me intenta decir algo y que no lo quiero entender. anoche aprendí, entre otras cosas, que nada es rosa, nada tiene gusto rosa, nada tiene sonido rosa, nada huele a rosa. y en realidad es algo que ya sabía, pero que quise olvidar. hoy me di cuenta que no soy el mejor pianista, que no soy el mejor actor, que no soy el mejor escritor, que no soy el que más sabe de pokémon o de harry potter o de amanda palmer.

no, tal vez llamen tanto a javier para improvisar porque.. te sentás donde nadie te ve, o por simple casualidad. tal vez te llaman tan poco para improvisar por esas "cosas de la vida". o tal vez porque no sos tan bueno como pensás. tal vez no estás haciendo nada con la música porque en tu interior te sentís menos que muchos. y no te gusta, pero es la verdad más cruda que tuviste que masticar. que no sos grande. no le hacés honor a otros Grandes que usaron tu nombre antes. escribís pero nadie te lee, nadie lee esto, nadie lee mis notas de facebook, ni mis cuadernos, ni mi agenda (que tanta paja me está dando llenar últimamente). quisiera tocar el piano como el mejor, para saber que tengo algo asegurado. o ser el mejor cocinero, el mejor novio, el mejor consejero.. saberse el mejor te posiciona en otro lugar? no sé, no podría saberlo. somos en realidad un mundo o dos mundos entrelazados?

"como dos tejidos entrelazados en un telar"

un tejido de mediocres, nadies, aquellos que simplemente son "suficiente" como para ser. y otro tejido de grosos, champs, genios, mozarts, premios nobel. qué tejido soy? soy el punto donde se cruzan las hebras? no, soy otro tipo de punto.. me encantaría cantar como cantaba él anoche, con esa pasión, con esa emoción, con esa voz que me estremeció zonas de mi alma que estaban dormidas. pero por sobre todas las cosas, quisiera cantar como cantaba él: siendo escuchado. por una persona, por dos personas, por un river. pero escuchado, apreciado, asimilado. perturbando, estremeciendo las cabezas que están alrededor y plantando una semilla que o crece o no.. pero que está.

jowy sabe más de pokémon. no, ni en pedo.. ya escribo cosas que no tienen mucho sentido, para mí. ahora veo "bastardos sin gloria". otra señal? sin gloria, sin festín, sin estrella dorada. tal vez nunca estuve preparado para apuntar alto. tal vez no sea momento de estipular, de barajar cartas demasiado grandes para mis dedos, de hacer malabares con antorchas demasiado largas, demasiado ardientes, demasiado calientes. tal vez sea hora de dejar de imaginarme como un famoso, de dejar de idealizar y de dibujar y desdibujar paisajes que no existen y que hasta parecen extraterrenales. por ahí es momento de empezar a avanzar hacia blake, en lugar de intentar alejarme de él.