Hoy, por pura casualidad, acompañé a mi hermano y mi cuñada en un viaje que tenían que hacer por unos pueblos cercanos a Bahía para visitar clientes y no sé qué. Creo que eran... Pedro Luro, Villalonga, Buratovich, Ascasubi y alguno más. No voy a decir que pensé demasiado durante el trayecto porque la verdad es que dormí estirado en el asiento de atrás, con Paramore, 30 Seconds To Mars y Amanda Palmer resonando en mis oídos.
Sin embargo, cuando me desperté estábamos en un pueblito, que me hizo acordar a una definición que me dieron una vuelta en inglés de las 'shanty towns'. No era un lugar muy acogedor. La cosa es que me quedé en el auto mientras los otros atendían al cliente y vi como un señor (bueno, un viejo) avanzaba por la calle de tierra en una bicicleta muy vieja. Se parecía a la Aurorita que usaba yo cuando iba al campo, pero no era. Me pregunté cómo viviría ese señor, en un lugar sin muchas tecnologías... alejado de lo que pasa en el país, y de palabras como Facebook, Showmatch y Twilight. Excluido (eso creía yo) del corazón que mueve al río de gente, que genera olas turbulentas y marejadas impredecibles de individuos diferentes, modernos, actualizados.
El error era pensar que estaba excluido. ¿Por qué no podría haber elegido ese señor vivir su vida andando en 'Aurorita' en un pueblito con calles de tierra? Verlo me hizo pensar en mi constante deseo de detenerlo todo. De lograr que el planeta deje de girar por un instante, que no se escuchen gritos de manifestantes ni sirenas de bomberos. Que no se saquen más fotos, que el mundo sea una foto en sí mismo. Quieto, silencioso. Que no se inventen más cosas, que no nazca más gente, que no me salgan canas y que no me comiencen a doler los huesos. Es que sí, la fuente de la juventud no existe. Nadie puede permanecer constante en su figura de veintitantos, de treinta y pico... nadie puede, porque todos venimos para irnos. ¿Y por qué sentí que ese viejo sabía más de inmortalidad que yo?
No hay giratiempos ni relojes de Bernardo para detenerlo todo. El mundo mismo sabe que marcha hacia su propio fin, igual que todos. Y, aún así, hay formas de mantenerse latente sin importar las desgracias o el fin que nos vaya a tocar. Vivir siendo feliz, ser feliz sabiendo que uno vive como desea. Ese viejo tal vez sea feliz (o tal vez putee en voz baja, pero no soy adivino), y tal vez muera un día y lo van a recordar por cómo se reía cuando lo saludaban por la calle. ¿No es esa la inmortalidad que todos anhelan? Sobrevivir no implica nada físico, aunque muchos lo quisieran así. No quiero envejecer, pero no soy el único. Deberé asumirlo, el día que sea un viejito también. Tal vez antes, pero no podría estar seguro.
Cuando volvíamos, y yo seguía pensando en el tiempo y su avance invariable, vimos un accidente en la ruta. El auto estaba completamente dado vuelta, y a un costado, tendido en el suelo y con la cara llena de sangre, había un hombre. No lo vimos moverse. A la tarde, en la radio dijeron que el hombre había muerto. Un cliente nos retuvo un tiempo extra, haciéndonos rezongar... pero si hubiésemos cumplido con un horario perfecto, tal vez ese hombre no hubiese sido el único tirado en la banquina. ¿Soy extremista? No lo sé. Eso también me hizo pensar, ¿y si me hubiese ido? ¿Cómo hubiese sido recordado? De seguro como el señor de la 'Aurorita' no. Conflictuado, tal vez. Buscando mi camino. ¿'Murió feliz'? No creo.
Ahora no quiero desaprovechar más el tiempo. Siempre se lo digo a los demás, pero pareciera que aún no puedo entenderlo. La vida es una sola.
2 comentarios:
ay amo esa vision tan particular tuya :)
q loco es colgarse a mirar el mundo, ese mar de gente atraves de las ventanillas del auto :)
me encantó
un beso! :)
Hoy a la tarde leia algunos de los ultimos posts.
Quiero saber de vos bubu, espero que todo te este yendo bien.
Te extraño zapatito
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