Venga chicho, venga, venga.

El ser humano es la cosa más rara del Universo (exagero, pero debe serlo, what the Hell!). Yo a veces me pongo a mirar la pantalla de la computadora (?) o el televisor y pienso... De ser seres unicelulares a esto. A inventar aparatos, medios de transporte, armas. A decidir quién vive y quién no, quién es libre y quién no debe serlo. ¿Por qué es placer de unas pocas cabezas el dirigir a la manada? El hombre es tan domesticable como mi perrita raza calle (Amandita, te amo).

Uno lo ve en los ejemplos más simples y banales. Ponéle que ahora me estoy acordando de mis épocas de matineé (Chocolate Matineé, damn). Uno estaba contra una barra, tomando una rica y refrescante Pepsi y mirando a los chicos pasar (ok, era mi caso nada más). De repente sonaban los primeros acordes de un tema que te estremecía el cuerpo, que te alfojaba las piernas y hacía que tu sangre se detuviera al instante. Y dice algo así:

Con qué matar a la cucarachinha, ella está loca y te espera en el altar. Tiene escondido dinero en la cocina, pero es muy fea y no la quieren besar (bésala tú, bésala tú, bésala tú). ¿Quién quiere amar a esta cucarachinha? Cucaracha malcriada, con dinero y poco fina. Para escapar de la cucarachinha, si no hay insecticida, tú la debes aplastar.

Y la multitud vitorea entusiasmada porque es el pasito que está de moda, y no hay una sola persona que no se lo sepa y que no lo haga. Cientos de pendejos bailando lo mismo, haciendo las mismas caras, diciendo las mismas palabras (más o menos acertadas).

¿Cuándo fue la última vez que fueron a misa? Yo fui por última vez hace banda, pero recuerdo con claridad la impresión que me dejó. Por un segundo (varios, porque el sermón me aburría) mi mente voló, se alejó, y vio a esa gente (en la que me incluyo) que se paraba, se arrodillaba, se sentaba y contestaba como si se tratara de un perro que tiene que responder de equis manera ante su amo. Así me sentí. Obediencia o de lo contrario te vas al Infierno, donde te espera una eternidad de castigos. La domesticación ya es suficiente castigo, thank you.

Y, también, el otro día vi los VMAs (te amé, Lady Gaga) y cómo Green Day tocaba una canción que no recuerdo. En cierto momento Billy comienza a hacer un movimiento con los brazos, y la gente sin dudarlo lo copió. Y luego pidió que se subiera mucha gente al escenario y la gente corrió desesperada. Es decir, parece que el hecho de ser famoso, ser importante, o simplemente ser superior influye bastante en esto de la domesticación humana. Como si se tratara de una nueva clase de ganado que luego puede carnearse. ¿Es así?

Si el hombre impera sobre sí mismo, ¿quién lo hace sobre esos pocos que controlan los hilos de nosotros, las marionetas? La respuesta es simple: nadie. Porque la vida es injusta y este mundo una mierda. Hay algunos que simplemente van a irse de este mundo sin recibir su merecido por lo que hacen, sea intencional o no. La voluntad es algo natural en el hombre, así como el deseo de manipularla y la vulnerabilidad de la misma a que lo hagan. Too bad for us, mediocre beings.

Ah, y en un tema aparte. Brand New Eyes está bastante bueno... algunas canciones son HOLLY MOTHER OF ALL THAT'S GOOD AND PURE. Otras... simplemente zafan. Crítica constructiva, by me.